Mi marciano favorito (segunda parte)

[18 de Marzo de 2005, Palermo, Buenos Aires, la segunda parte de la historia que comenzó acá]

Cuando salí de la escalera mecánica lo vi de espaldas, sentado en una mesa. Le dije hola y el no respondió nada, pero me dio un beso y sonrió. Tenía los dientes blanquísimos. Mientras caminábamos hacia el mostrador le pregunté en que había andado estos días. No me contestó. Supongo que el silencio significa “nada que valga la pena mencionar”. (more…)

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Nada sincronizada

[9 de junio de 2005; Buenos Aires, Palermo: mi temporada deportiva invernal]

Sigo en la nube de pedos, que a esta altura es cumulus nimbus pedus. Ayer vi el partido de Argentina. Veo a los tipos sudados y pegando puntinazos, empujándose, dándose la mano para levantarse luego de una patada en las canillas y me agarra un momento litúrgico, una comunión con cantos gregorianos bajando desde las tribunas. (more…)

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