Esa selfie

Acá informando desde Planeta Gay. Cada vez “se usa más” la foto tirado en la cama, boca abajo, con cara de dormido, y atrás, a lo lejos, que se “insinúe” la raya del culo. Opción A: en slip, acomodado para que se meta en la raya del culo. Opción B: con el culo al aire. Más atrás asoman, generalmente, muebles ensamblados del Easy y más atrás alguna pared sin revocar o alguna mancha de humedad. No es este caso de la foto, que es una versión chic, minimalista. Así que ya saben, lo más IN del verano es que el culo no sea protagonista, sino que haga una participación especial, un guest starring, como en las series de los 70s, cuando en La mujer biónica aparecía de invitado uno de Bonanza. Acá el culo debe aparecer levemente difuso, en la bruma de la lejanía, recuerden a Osvaldo Lapport y repeat after me: Más allá del horizonte, pero anal. Pero ojo, que ni Rembrandt, porque el vértice anal debe situarse geométricamente casi en el centro de la foto, como punto de fuga, ojo del huracán, pozo de succión del centrifugado, aljibe donde baja el baldecito de lata y vuelve el néctar de la carne. Con práctica y paciencia, con prueba y error, termina saliendo, y nada ya volverá a ser lo mismo. Vamos a un corte.

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