Otra vez a clases

Si vuelven las clases presenciales hay que incluir en el DNU la prohibición de:

– la montaña rusa: no se pueden apilar educandos en el patio, ni apretarle el pitulín al compañerito al grito de “chiflá, chiflááááá”.

– la mancha venenosa: el juego de la mancha será jugado con un puntero láser, para evitar todo contacto. Se sugiere también la alternativa de “yo toco el aire, el aire toco” a metro y medio de distancia. Hacer brainstorming de otros juegos seguros, por ejemplo, Sombras chinescas, Veo veo, etc. Evítese la alternativa de juegos que incluyan el elemento pelota, ya nos pasó que con el delegado apuntan a los genitales y el pelotazo teledirigido les corta la respiración. El sistema sanitario colapsado no está para atender estas emergencias.

– el barbijo swinger: no al intercambio de barbijos en ninguna de sus versiones, según lo observado por el Presidente. Tampoco antifaces, ni lencería, ni camisetas sudadas. No estimulemos morbos tan tempranamente, ya van a tener tiempo ellos solitos. Pueden tirarse chorros de alcohol en gel, eso sí, hay que intentar que el elemento alcohol en gel se vuelva parte de sus rutinas: que hagan esculturas de alcohol en gel, bolilleo, o sino choricitos o letras. Mezclado con anilinas no tóxicas, ejercicios con color. Mezclado con yerba o piedritas, ejercicios con textura.

– orgía de padres en el portón de entrada esperando a sus vástagos: cada progenitor tendrá un corralito designado y desde ahí hará señas desesperadas para que su hijo se dirija rectilíneo hacia él. Se prohíbe hablar mal de la señorita Mecha que siempre le pinta la cara con corcho quemado al Martincito y nunca le da el papel de Cabral soldado heroico muriéndose de gloria y eso que ya le había preparado la espada con un plástico duro y la forré de papel metalizado y quedó igualita, para que después me lo degraden a mazamorrera porque ya había mucho soldado y seamos inclusivos y faltan mazamorreras negras y con pelo mota aunque no sabemos que pasó porque ahora tantos negros acá en Argentina no hay, salvo los venezolanos que son importados y los que te venden relojes en Once, se ve que los nuestros los mandaron a matar a todos en la guerra del Paraguay.

Firmado,
La Inspección

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