Mensaje enviado

Mis viejos se fueron al sur. Y aprendieron, parece, a usar los mensajes de texto de sus celulares. El primer mensaje llegó anteayer a las 11 pm. Busqué a tientas el celular en la oscuridad fría de mi habitación.

“ESTAMOS.BIEN.BESOS.MAMA”.

La primer palabra que llegó desde el firmamento celular del planeta de mis padres fue “ESTAMOS”. Me dormí pensando que eso es lo que quiero de mis viejos, que estén.

A las 5 am llegó el segundo:

“Aqui recien aparece el sol, la vista es espectacular, tenemos una ventana balcon frente al lago a metros, el agua es un espejo”.

Ese es mi viejo. Casi todo es un espejo si te le ponés enfrente.

Más tarde, el tercer mensaje:

“Como.estas.besos.mama”.

Mi vieja aprendió a usar las minúsculas, pero no los espacios. Y firma todos sus mensajes.

Un poco más tarde, el último:

“Estamos en el cerro Bayo a 1500 mts, mucha nieve y gente esquiando, sol, hermoso dia, besos.”

A los 35 años y a 1500 metros de altura, donde calienta el sol y el agua es un espejo, la comunicación con mis viejos es por primera vez posible. Y alcanza con 100 caracteres.

Hermoso. Día.

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