Aguinaldo

Estuve diez minutos explicándole a Felizia, la mujer que limpia en casa, por qué le estaba pagando más hoy, y qué es el aguinaldo y por qué es un derecho. A todo decía “ah bueno, como usted diga”, medio incómoda, e insistiendo en “¿es como un regalo?”. Muchas gracias, se reía, muchas gracias. Yo le deseé felices fiestas y se fue. Volvió sobre sus pasos pensativa y me preguntó si volvía en dos semanas. Le dije que sí, que como siempre. Se ve que confundió aguinaldo con indemnización por despido. Más tranquila, y antes de entrar al ascensor, se frenó y me dijo, ocurrente, “lo voy a usar para comprar la sidra”. Y así al final entendió lo que es el aguinaldo.

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