Invasión zombie runner

Hoy se podía andar lo más bien con remera, o a lo sumo con un buzo. Sin embargo la mayoría de los bares y restaurants de la ciudad tenían mesas ocupadas adentro, incluso si había mesas disponibles afuera. Está claro que Larreta no controla, y hay mucho imbécil bailando la conga en la cubierta del Titanic. Solo se explica esto como invasión zombie: con el cerebro apagado, deambulando perdida, y con sed de muerte. El sistema de salud está colapsado, y el personal de salud está pidiendo por favor que se cuiden, porque no se aguanta más. Ahí está la grieta: entre los que se preocupan por lo que pasa y tratan de cuidarse, y los morbosos con ganas de romper todo y que se muera más gente.

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