Un águila guerrera

[14 de Febrero de 2001, San Francisco, California, USA, finalmente consigo trabajo]

Conseguí trabajo el día de los enamorados. Espero, para mantener la simetría, conseguir novio el 1 de mayo. Fue duro (y parejo): cuatro entrevistas.

La primera no fue entrevista: fue un examen. Me dieron lapiceras, papel y dos horas. Preguntas de computación y de negocios. Las de computación eran razonables, las de negocio eran sanata. Ejemplo 1: “Qué es más importante: a. lo que el cliente quiere b. lo que el cliente necesita”. Ejemplo 2: “Marque en orden de prioridad las cosas más importantes en el largo plazo para una empresa: 1. ser rentable 2. mantener satisfechos a sus clientes 3. mantener satisfechos a sus empleados y crecer como compañía”. Y otra bazofia de ese tipo.

Me despidieron con una media sonrisa diciéndome que en una semana se comunicaban conmigo.
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Ruedas

[3 de Enero de 2002, Buenos Aires, Argentina, mi visita a Argentina en la época de los cacerolazos]

1.30 de la mañana, Callao y Corrientes, Darío y yo seguimos con atención la caravana infinita de mujeres batiendo cacerolas y hombres sudados, con el pecho transpirado y desnudo. El cacerolazo está en su paroxismo; gente asomada en los balcones aplaudiendo, taxis que suman ritmo a los bocinazos, pibitos saltimbanquis en pijama felices de sumarse a ese circo itinerante trasnochado.

Cuando la cuenta de pezones masculinos llega a 253 decidimos irnos para Sitges, son las 2. Luego de un par de minutos conseguimos un taxi: tres mujeres se bajan con sus cacerolas y nos preguntan si vamos al Congreso. Darío les contesta que venimos de allá.
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Exiliado

[2 de Octubre de 2002, Piscataway, New Jersey, escrito para el blog grupal “Exiliados”]

El exilio es un viaje de ida.

Y no lo supe cuando me fui, cuando puse en movimiento este péndulo y me metí en este pozo.

Pero primero aclaremos un par de puntos: mi exilio no fue con expulsión. Mi exilio es autoimpuesto, vacío de intrigas políticas o persecuciones. No me fui por ser zurdo en un país de diestros siniestros, ni por ser judío en una colonia nazi, ni por ser negro, ni por ser rosa. No me escapé del calabozo, ni de la hoguera. Me fui para irme y me fui para no quedarme y me fui eligiendo entre dos opciones del mismo peso: ser versus estar.
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Multitudes

[16 de Febrero de 2001, 10.09 pm, San Francisco, CA]

He recibido pilas de pedidos para que vuelva a mis emails chabacanos, a la sordidez de mis peripecias amatorias, al ríspido terreno del sudor gratuito y el mordiscón sincopado.

Conocí a un tipo online, vieja historia. Su nick prometía lo peor: “Musculoso31” o algún intragable similar. Lo cierto es que luego de semanas de intensa actividad chatera, su nick era el único inexplorado en la lista. Lo embestí con un privado y respondió. El musculoso31 podía escribir en inglés con cierto nivel de sofisticación, ya era un avance. No pidió enseguida una foto, charlamos tranqui, le caí simpático: vivía en Oakland, del otro lado de la bahía. Le mandé mi foto. Cuando la vio, dijo “Cool”. Le pedí que se explaye: ¿”Cool” = “No te cojo ni aunque seas el último bípedo humanoide vivo en la tierra”? ¿”Cool” = “Tenés cara de buen tipo”? ¿”Cool” = “Te voy a revolver la polenta hasta que espese”?
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Glosas sosas

[16 de Septiembre de 2003, Rutgers, Piscataway, NJ, perdiendo el tiempo]

Debería (ese enanito que te susurra) estar programando el personaje virtual que se niega a revolear los ojitos y la cabeza hacia un punto del espacio en forma coordinada. Y acá estoy, escuchando A-ha, Lifelines. O sea líneas de vida, que yo entiendo que significará arrugas. ¿Será la traducción arrugas? Ah, no… resulta que lifeline es una soga que le tirás a alguien que está a punto de caer, para que se sostenga, para que recupere el equilibrio. ¿En qué supermercado se vende eso? Déme dos.
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Irene en acción

[28 de Agosto de 2003, Piscataway, New Jersey; mis variadas personalidades]

“Quiero dejar escrita una confesión, que a un tiempo será íntima y general, ya que las cosas que le ocurren a un hombre les ocurren a todos”. Jorge Luis Borges

Y mi confesión es ésta: no soy uno, sino muchos. Y uno de esos que soy se llama Irene Simonetti de Sanzibar y vive en Balcarce provincia de Buenos Aires.

Aquí la carta que la señora de Sanzibar envió a una conocida asociación católica argentina, que hace lobby para que caigan programas como “Indomables” o “Rebelde way” por considerarlos ofensivos a la familia y degradadores de la moral.
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Una teología del mordiscón

[29 de Agosto de 2002, Piscataway, New Jersey. Viviendo en la casa de Matías y Cecilia, buscando lugar para vivir y sin encontrarlo. Y Viviana que me manda un email contándome que esta deprimida/perdida. Y me sale este mail tan new age…]

No hagas terapia, que no te de verguenza, no te sientas tarada.

Es dificil de explicar, pero a veces, no se puede “pensar” y luego “hacer”. No todo en la vida es RESOLVER. Esto va a sonar medio insólito, sobre todo viniendo de alguien que siempre pregona eso de que el pensamiento debe preceder la acción.

A veces la cabeza enreda o crea “problemas” que son solo ficticios, que no existen: zen en el arte de la pavada espontánea.
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Fideos picantísimos

[7 de Septiembre de 2003, Piscataway, New Jersey, los hábitos alimenticios de mi compañero de departamento]

Me cruzo a Chang en la cocina, inclinado sobre una cacerolita con contenido incierto pero que emana un vaho punzante. Janghoon, su amigo coreano – también vive en el edificio – está recostado contra la mesada, haciéndolo compañía. Suelen cenar juntos.

Chang: ¿Usted cenar?
Yo: No, todavía no.
Chang: Fideos muchos para dos o para tres. ¿Quiere?
Yo: No, gracias, un día tenés que cocinar algo para mí, pero no hoy.
Chang: Esto probar.
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Minutos

[6 de Septiembre de 2003, Piscataway, New Jersey, Chang y sus problemas con su teléfono celular].

Chang, mi compañero de departamento coreano, me ve almorzando solo en el patio de comidas de la universidad y se me acerca.

Chang: Mi teléfono celular nuevo, boleta a fin de mes pero… (no encuentra las palabras, empieza a revolear los ojos)

Hace 10 días Chang recibió su nuevo teléfono celular por correo. El teléfono suena todo el tiempo: aún a las 3 de la mañana (las 4 de la tarde en Corea), recibe llamados sin parar; sus actividades parecen reducirse a comer fideos y hablar en el celular.
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Raya de luz

[8 de Septiembre de 2003, Piscataway, New Jersey, frío] El aire acondicionado a todo lo que da, aunque no haga falta, 17 desgraciados grados afuera, acá adentro algunos menos, dos…

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